España: el Supremo frena al Gobierno en un gesto sin precedentes
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El tribunal supremo de España emitió un fallo que impide que la cámara alta del parlamento debata y vote sobre una enmienda al código penal del país, una interferencia sin precedentes en la legislatura que presagia posibles disturbios políticos para el gobierno de coalición de izquierda a medida que se acerca el año electoral.
El Tribunal Constitucional puso fin este lunes a un debate de nueve horas al aceptar un recurso del principal partido opositor de derecha, el Partido Popular, para bloquear la aprobación parlamentaria de una reforma sobre la elección de los jueces en determinados órganos judiciales, incluido el propio Tribunal Constitucional.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, dijo que el Gobierno respetaría la decisión, aunque no estuvo de acuerdo con la forma en que se tomó ni con la decisión, que los críticos califican de exceso de poder judicial.
«Hoy, lamentablemente, esa puerta se ha abierto y no sabemos a dónde nos llevará». dijo Bolaños.
Los críticos ven el llamamiento del Partido Popular como un ataque a la soberanía del parlamento y un intento de evitar perder influencia en los tribunales. El Partido Popular, a su vez, acusó al gobierno de intentar tomar el control de la corte de manera solapada.
La medida, la primera de su tipo en la democracia española de cuatro décadas, podría tener efectos incalculables en futuros procedimientos legislativos y posiblemente causar dolores de cabeza al presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, que busca la reelección en 2023.
La Corte Constitucional frecuentemente acepta apelaciones para bloquear y revisar la legislación que ya ha sido aprobada. Actualmente tiene apelaciones del Partido Popular contra varias leyes clave en sus libros, incluso sobre el aborto, la eutanasia y la educación. Pero nunca antes había intervenido en el proceso antes de la aprobación.
«Nous sommes confrontés à une situation très grave, un coup porté à la démocratie», a déclaré mardi à la télévision nationale espagnole Jaume Asens, porte-parole parlementaire d’Unidas Podemos (Unis nous pouvons) – le parti minoritaire de la coalition au poder.
Está en juego la alineación política percibida de los órganos judiciales del país, a pesar de ser nominalmente independientes y neutrales.
Durante mucho tiempo se ha considerado que el Tribunal Superior y el Consejo Judicial General, que supervisa a los jueces, tienen una tendencia conservadora. La renovación del consejo lleva cuatro años estancada por falta de consenso entre el Partido Socialista y el Partido Popular. Los partidos en el poder y los principales partidos de oposición, así como el Parlamento, tienen voz en el nombramiento de los jueces.
El estancamiento del consejo, a su vez, afecta el reemplazo periódico de los jueces del Tribunal Constitucional, ya que tiene que seleccionar dos jueces para el tribunal, pero hasta el momento el consejo no ha llegado a un acuerdo sobre su selección.
Este estancamiento ha mantenido al consejo y al Tribunal Constitucional en manos de mayorías percibidas como conservadoras.
Ambos partidos de izquierda en el gobierno han decidido presionar por la reforma judicial como una forma de romper el punto muerto en el nombramiento de nuevos miembros para los órganos judiciales, pero el Partido Popular se ha resistido a la idea.
En el caso de la Corte Constitucional, los mandatos de cuatro de sus jueces, incluido su presidente, vencieron hace meses y dos de ellos corrían el riesgo de perder sus cargos si se decidieran reemplazos como parte de la reforma.
La reforma fue debatida y aprobada por amplia mayoría en la Cámara Baja la semana pasada y se esperaba que fuera aprobada sin dificultad por la Cámara Alta -el Senado- el jueves.
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