España reanuda las conversaciones para resolver la crisis de la secesión catalana
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sienta con el presidente regional Pere Aragonès en la sede del gobierno catalán en el centro de Barcelona
Las expectativas son bajas para cualquier gran avance de la reunión que causó una ruptura dentro del campo separatista. Aragonès y su partido de Izquierda Republicana de Cataluña califican las conversaciones de "oportunidad histórica".
Pero los líderes del partido juvenil del gobierno de Aragonès han expresado públicamente sus dudas sobre las posibilidades de que haya ganancias reales para los separatistas. El influyente grupo popular Asamblea Nacional Catalana va más allá y dice que las conversaciones solo servirán para descarrilar su causa.
Las conversaciones se llevan a cabo con 7,5 millones de catalanes atrincherados en dos campos aproximadamente iguales. Las encuestas y los resultados electorales de los últimos cinco años muestran sistemáticamente que la mitad de Cataluña quiere quedarse en España, mientras que la otra mitad quiere romper todos los lazos.
Sánchez encontró una solución a la crisis que heredó cuando asumió el cargo en 2018, no un año después de que los líderes del gobierno catalán y los grupos separatistas de base fracasaran en un intento de ruptura unilateral que violó la Constitución española.
En un movimiento audaz para reducir las tensiones, el líder socialista tomó la decisión en junio de indultar a los nueve instigadores encarcelados del intento de secesión de 2017. Los indultos y las conversaciones han sido duramente criticados por los partidos de derecha españoles.
Ahora, antes de la reunión en Barcelona, Sánchez dijo que insistirá en encontrar formas de mejorar el bienestar económico y social de los catalanes, mientras niega firmemente cualquier reclamo separatista de soberanía.
Después de años de diálogo limitado entre los líderes catalanes y los conservadores españoles gobernantes en ese momento, Sánchez se reunió con el predecesor de Aragonès, Quim Torra, en febrero de 2020 en Madrid. El resultado de esta reunión fue acordar la realización de reuniones una vez al mes. Pero estos quedaron en suspenso por la pandemia, que afectó a España pocas semanas después.